En la apertura de un nuevo año, es menester recordar que en el inicio del nuevo ejercicio económico las compañías deben estar al día con sus obligaciones fiscales, con el propósito no solo de evitar cualquier multa, bloqueo o acción por parte de la administración tributaria como lo es el Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT), sino cualquier percance o malentendido que pueda surgir en las relaciones comerciales.
Recordando en esta oportunidad la importancia que posee tener una contabilidad vigente y efectiva por parte de las sociedades, siendo que, como establece el Dr. Romero-Muci, “La desactualización de la regulación relativa a la contabilidad mercantil compromete la seguridad del tráfico jurídico, la transparencia de la información patrimonial del empresario y la confianza para el intercambio”, todo lo cual repercute en las relaciones laborales y mercantiles de las compañías.
Si bien nuestro Código de Comercio data del año 1955, estableciendo la contabilidad como un documento que se utilizaba en la época como medio probatorio de la situación patrimonial del comerciante, de sus operaciones, y además servía de prueba frente a terceros, en la actualidad se maneja un nuevo y desarrollado modelo que radica en que la función de la contabilidad es la de producir información útil para la toma de decisiones de los socios buscando que dicha información vaya dirigida a “representar la imagen fiel de patrimonio, la evolución del patrimonio”.
En ese orden de ideas, vemos la importancia que posee la documentación contable, esto es los libros de carácter mercantil para el asiento de las actas de asamblea celebrada entre los socios o accionistas, los estados financieros, las solvencias y los permisos actualizados para el buen funcionamiento de la empresa.
Tomando en cuenta todo lo expuesto, resulta de vital importancia para las empresas verificar y evaluar su funcionamiento fiscal y en caso de ser necesario recurrir a su abogado de confianza para renovar y mantener al día su contabilidad mercantil.